15 Jul Tiempo de vacaciones que la mayoría de los autónomos no podrán disfrutar
Metidos de lleno en el verano, la mayoría de los trabajadores autónomos madrileños y del resto del Estado contemplan este tiempo con la tristeza de no poder disfrutar del merecido relax y disfrute, lo cual se convierte en un derecho sin contenido. Por este motivo, la salud y la conciliación familiar sin descanso se debilitan.
Desgraciadamente, la falta de vacaciones es uno más de los factores negativos que tiene que soportar este colectivo. Es la pescadilla que se muerde la cola, si no se producen ingresos no se pueden costear el derecho vacacional.
En esta época disminuye el volumen de trabajo pero darse de baja en la Seguridad Social acarrea un sinfín de inconvenientes que se podrían resumir en una duplicación de los trámites burocráticos, pérdida de las bonificaciones de la tarifa plana, las ayudas por maternidad y paternidad y discapacidad, pérdida de derechos en un cese de actividad, disminución del porcentaje a percibir en una futura pensión, por lo tanto, aún con poca actividad el negocio debe continuar para tener la supervivencia y el acceso a esas mínimas prestaciones.
En esta época se hace más claro el contraste entre los trabajadores autónomos y otros segmentos laborales de los españoles. Mientras los españoles se van de vacaciones, los autónomos trabajan intentando no perder clientes y atender así a las tributaciones mensuales de la Seguridad Social, 283,32 euros en la cotización mínima, pago exigido aunque los ingresos no se equiparen al salario mínimo.
La paradoja de este tiempo de descanso se da en los que son autónomos dependientes, si bien por ley los TRADE tienen derecho a 18 días hábiles de vacaciones al año en ningún caso perciben remuneración alguna por acogerse a ese derecho, lo cual lo relega a un derecho limitado, una gran diferencia con los trabajadores por cuenta ajena.
Desde FIDACAM, Federación Intersectorial de Autónomos de la Comunidad de Madrid, consideramos que la falta de vacaciones es un detonante para la ansiedad, el agotamiento y el estrés, cuestiones graves que se manifiestan en los estudios de la salud en el trabajo que realizan las instituciones médicas. Poco se publica o se comenta sobre el hecho de que el autónomo duplica las posibilidades de padecer una baja de larga duración por trastorno mental, aspecto que debería tenerse muy en cuenta por los legisladores.
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