FIDACAM | La precaria formación y el difícil acceso a la financiación penalizan al emprendimiento
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La precaria formación y el difícil acceso a la financiación penalizan al emprendimiento

Para montar un negocio, por pequeño que sea, se necesita básicamente inversión y formación, para saber dónde nos estamos metiendo y tener las herramientas y habilidades necesarias para solventar el día a día del emprendimiento. Y con ninguno de ambos elementos esenciales cuenta el emprendedor madrileño. A la financiación que ofrecen los bancos solo pueden acceder una exigua minoría por las condiciones exageradas que exige la banca, la tarifa plana es un caramelo de corta duración, pan para hoy y hambre para mañana. Y, por otra parte, la formación de los autónomos puede decirse, en términos comparativos con otros tiempos, que brilla por su ausencia.

Desde FIDACAM, Federación Intersectorial de Autónomos de la Comunidad de Madrid, creemos que es muy fácil montar el relato que circula del joven emprendedor que con una excelente idea se lanza a comerse el mundo y que como el rey Midas todo lo que toca lo convierte en oro. Un relato que recoge la idea de que sin mucho dinero ni recursos el talento y el esfuerzo se abre camino, la banca se suma a este relato ofreciendo productos diseñados para los autónomos, tratando de maquillar su imagen por su actuación en la crisis económica.

Y el cuento es hermoso, pero la realidad cruda y palpable tiene otro cariz bien distinto, son muy pocas las “startups” (no todas son Glovo o Wallapop) que sobrepasan los cinco años de existencia, que es cuando se puede comprender que las ideas han calado de modo sostenible. Los emprendedores de éxito, en general, han tenido acceso a estudios superiores, medios económicos adecuados y se han formado para el éxito. Esta realidad se entiende con cifras, desde 2007, entre los jóvenes de menos de 30 años, el Régimen Especial de Trabajadores Autónomos ha tenido una pérdida de 175.304 afiliados, más de una década con sangría de pérdidas que ninguna tarifa plana ha logrado interrumpir.

Los saltos en el vacío siempre tienen un despertar desagradable. En estos tiempos, el sector tecnológico y digital ha crecido tanto que emprender sin un buen respaldo económico es dificilísimo. Y sin embargo, la creatividad de los jóvenes españoles está bien demostrada con las iniciativas de tantísimos jóvenes que tiene que salir de España para encontrar mercados, recursos y ambiente favorable para desarrollar sus ideas.

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